Cuando un hombre y una mujer disciernen su vocación al matrimonio, pasan de su íntima promesa de amor y devoción mutua a un compromiso más formal. Al menos 7 meses antes de la fecha deseada para la boda, buscan un sacerdote para aprender más sobre lo que la Iglesia enseña acerca del sacramento del matrimonio. El sacramento del matrimonio es un acto público y litúrgico que introduce a uno en el orden eclesial y crea derechos y deberes en la Iglesia entre los esposos y hacia sus hijos (cf. CIC 1631). El matrimonio cristiano es un hermoso signo del amor que Cristo tiene por su Iglesia. Su boda marca el comienzo de su contribución vital a la misión de la Iglesia, que se basa en el vínculo sacramental del matrimonio.
San Vicente programa bodas los viernes a las 4:00 p. m. y los sábados a las 10:00 a. m., 1:00 p. m. y 4:00 p. m. Llame a la oficina parroquial al (213) 749-8950 para preguntar sobre las fechas disponibles.
El costo de una boda es de $1,850.00 que se pagará en su totalidad en su primera cita. La tarifa se puede pagar en efectivo, con tarjeta de débito o tarjeta de crédito. No permitimos pagos en cuotas. Se emitirá un reembolso de $1,550 si cancela 8 meses antes de la boda. No se emitirá ningún reembolso si la cancelación se produce 7 meses o menos antes de la ceremonia. Si desea cambiar la fecha o la hora de su boda, se aplicará un cargo de $300. Solo se permite una reprogramación.
Sí. En su primera cita, por favor hable de esto con el sacerdote. Recuerde traer todos los certificados de matrimonio, decretos de divorcio o declaraciones de nulidad anteriores.
Sí. En la Iglesia Católica, un católico puede casarse con un no católico bajo ciertas condiciones. Esto se llama matrimonio mixto. Hay dos situaciones básicas a considerar. Cuando un católico, por un lado, desea casarse con un no católico bautizado, se requiere el permiso del obispo local para que sea reconocido formalmente (es decir, lícito). En el caso de un matrimonio entre un católico y una persona no bautizada, por otro lado, es necesaria una dispensa para que el matrimonio sea válido. En ambos casos, es esencial recibir el permiso del obispo local y que ambos cónyuges estén abiertos a tener hijos. Además, el padre católico debe comprometerse a seguir siendo católico y a bautizar a los niños y criarlos como católicos.